Hay dos tipos de obturadores, el central y el de cortinilla, siendo el segundo el más corriente, al menos en cámaras réflex. Consiste en dos cortinas, generalmente metálicas, que cubren el sensor o película, y que en el momento de pulsar el disparador se desplazan, dejando pasar la luz durante el tiempo necesario.

El problema es que el obturador tiene que abrirse durante una fracción de segundo solamente, y fabricar un mecanismo tan rápido es difícil. La solución que se adoptó en las cámaras manuales (sin pila) y que se sigue usando por que es muy bueno es la siguiente: el negativo (o sensor) está tapado por una lámina que se desengancha y un muelle la enrolla. una fracción de segundo después de soltar la primera cortinilla, y aún antes de que todo el negativo esté expuesto, otra lo tapa. De esta forma una "rendija" entre ambas cortinillas expone el negativo de arriba a abajo, mucho menos tiempo del que se expondría con un sistema abrir-cerrar. Además todo el fotograma se expone por igual, aunque en rigor, la parte superior de la foto se expone un instante antes que la inferior. Por eso una rueda de un coche de carreras puede salir ovalada en la foto, o un disparo de flash puede iluminar sólo una franja del fotograma si la velocidad de disparo es menor de lo recomendado. Para visualizarlo mejor, es algo parecido a lo que hace un escáner plano, pero más rápido. Si escaneas un círculo y lo desplazas simultáneamente, obtendrás un óvalo. Un saludo.

es una cortina chica